El Varón de Negro

Allá por el año 1700, gran parte de la población de Protelea se desvaneció sin dejar rastro. Se trataba de una aldea perteneciente a la provincia de Jalón que, hasta entonces, había pasado totalmente desapercibida.
Según la leyenda, dichas desapariciones se atribuyeron a un peculiar habitante que rondaba por estas tierras. Este aldeano, de identificación desconocida, se hacía llamar Varón de Negro. El origen de ese nombre es un misterio, pero eso no es relevante ahora mismo. ¿Hay algo que podamos añadir de este personaje? A decir verdad, no mucho. Pero… Tiempo al tiempo. Se desconocen los métodos que utilizó este individuo – así como sus motivaciones – para llevar a cabo sus secuestros. Tampoco se sabe mucho sobre la elección de sus víctimas. En fin, nos encontramos ante un enigma sin indicios, ni pistas, ni testigos. Son todo incógnitas. Entonces, ¿por dónde empezamos? Buena pregunta.
Comencemos con nuestra humilde información: Tan sólo que mucha gente desapareció para siempre. Cuentan los escritos que la sangre impregnó el río durante mucho tiempo. Sin embargo, los cadáveres jamás fueron hallados. Es de esperar que, ante esta situación, el miedo y la ansiedad invadieran a los habitantes de Protelea quienes, presas del pánico e incapaces de descubrir al responsable, decidieran abandonar el pueblo para ponerse a salvo. Nadie se atrevió a volver jamás por miedo a las posibles represalias. Desconocemos si realmente lo consiguieron o si, por el contrario, fueron nuevamente descubiertos por el Varón de Negro y agregados a su lista de víctimas.
Hay quien dice que el Varón de Negro aún podría estar acechando por ahí; aunque no hay certeza de eso. Pero, si de algo podemos estar seguros es de que, tras esta atrocidad, Protelea pasó a ser un pueblo fantasma y quedó prácticamente en el olvido.
Recomendada1recomendaciónPublicado en Historias para ser contadas
Me ha atrapado el inicio, despierta el interés. Me gusta el personaje del Varón negro y la incógnita sobre la población desaparecida. Me gusta mucho